Desde el día 17 hasta el 21 de abril, dos profesores de inglés nuestro centro, Manuel Ortega Suárez (también director) y Lidia del C. Navarro Sánchez (secretaria y coordinadora de internacionalización) hicieron una estancia de observación, o job shadowing en Solski Center Celje, como parte del proyecto KA121 de acreditación que tenemos en nuestro centro.

Solski Center Celje engloba varios estudios de formación profesional (que van desde mecatrónica a peluquería, pasando por estudios medioambientales y carpintería) pero también imparte Educación Secundaria. Tiene más de 3000 alumnos y casi 300 profesores. No es un centro desconocido para nosotros, porque nuestros compañeros de Formación Profesional han colaborado con ellos en varios proyectos, pero esta era la primera vez que íbamos como parte del sector de Educación Escolar. (SCH)

Desde el primer momento, fuimos muy bien acogidos por Mateja Rajer, coordinadora Erasmus del sector de FP del centro. Pudimos conocer de primera mano el funcionamiento del sistema educativo esloveno y las distintas modalidades que se estudian en dicho centro. Visitamos las instalaciones y constatamos que a pesar de ser un país tan pequeño, están a la vanguardia de la tecnología y de la formación de su alumnado.

Nos llamó poderosamente la atención el tipo de alumnado del centro, en su mayoría chicos, al tratarse de estudios científico tecnológicos. Sin embargo, en algunos ciclos, como Peluquería o Diseño y Patronaje, la presencia femenina resultaba abrumadora. Su comportamiento y su saber estar, sus ganas de estudiar para conseguir un buen empleo después de pasar sus exámenes de “Matura” es su principal objetivo. En un país de dos millones de habitantes, la oferta laboral hace que las empresas (con las que mantienen una muy estrecha relación) quieran a los alumnos mejor cualificados para realizar sus prácticas y para incorporarlos a sus filas como empleados. El contacto con las empresas es tal que muchos de sus profesores son los trabajadores más cualificados del sector empresarial.


Estudios de robótica, mecatrónica, ingeniería y obra civil, logística, peluquería, diseño y patronaje, mecánica del automóvil, chapa y pintura, carpintería, así como el uso de las últimas tecnologías en realidad virtual y realidad aumentada, maquinarias muy costosas para que el alumnado aprenda lo que se les pide en las empresas, programas en 3D para aprender a manejar máquinas entre otras muchas cosas es lo que este centro nos ofreció. Visitamos sus instalaciones y sus talleres, y, como parte del equipo directivo del centro, concluimos que nos queda bastante camino por recorrer en lo que se refiere a la Formación Profesional. No a nosotros como centro, que por supuesto, también, sino al sistema educativo español.
La excelencia sobre la mediocridad, el aprender una profesión de manera práctica con los últimos adelantos, las ganas de superación y el esfuerzo diario, la libertad del alumnado centrado en lo realmente importante que es superarse para obtener un empleo bien remunerado, el uso del móvil en el centro por parte del alumnado, la entrada y salida libre, las ganas en general y la constatación de que lo más importante es querer puede ser un resumen perfecto de nuestra estancia en Eslovenia.

Tuvimos la oportunidad de reunirnos con los directores de las diferentes secciones del Centro, con los coordinadores Erasmus y con profesores específicos cuyas clases visitamos. Probamos las gafas de realidad virtual y realidad aumentada en el aula de mecatrónica, pudimos ver cómo los alumnos de primaria eran recibidos en el centro y cómo se les enseñaban las instalaciones. También participamos en los talleres de alemán y francés como segunda lengua, activamente en las clases de inglés con fines específicos en la sección de Peluquería y en inglés como segunda lengua. Tuvimos tiempo de promocionar Gran Canaria en una clase de Geografía y respondimos a todas las preguntas que el alumnado nos formuló sobre nuestro centro y nuestra isla, ya que planeamos una futura colaboración con ellos en el sector de Escolar.

Un aspecto que nos llamó poderosamente nuestra atención, como profesores de inglés, fue el elevado nivel de inglés de la población eslovena en general. Lo tienen tan interiorizado que casi toda la población habla el idioma. Están acostumbrados a ver las películas o la televisión en general en inglés y esto hace que su conocimiento de la lengua sea espectacular. El alumnado era capaz de explicarnos en inglés el funcionamiento de máquinas (de las que nosotros no habíamos oído hablar en la vida) o de sus proyectos empresariales, sin dudar un segundo, en inglés.

La acogida recibida por parte del profesorado del centro fue estupenda. De hecho, por las tardes, pudimos visitar algunos lugares emblemáticos de la ciudad como el castillo de Celje y lugares un poco más lejanos que no hicieron más que realzar la idea de una sociedad estructurada, limpia, con ideas claras y ganas de superarse. La capital del país, Ljubliana nos pareció como sacada de un cuento de hadas, pequeña, acogedora y meticulosamente planificada. Eslovenia es un país pequeño con una riqueza cultural e histórica bastante extensa.
Para finalizar, queremos agradecer a Simona, directora del centro, a Casper, profesor y por supuesto a Mateja e Igor por habernos hecho sentir como en casa, acogiéndonos desde el primer día como si fuéramos uno más de ellos, sin ponernos impedimentos para movernos por el centro y mostrándonos lo que son capaces de hacer con su alumnado. Gracias a Erasmus + hemos aprendido que otras maneras de hacer son posibles y que podemos al menos, intentar implementarlas en nuestro centro en la medida de nuestras posibilidades.

Gracias a Erasmus + por permitirnos vivir esta experiencia. Gracias a Eslovenia y al Solski Center Celje por darnos esta oportunidad para querer cambiar y mejorar. Simplemente, GRACIAS.